El Papa Francisco realizó una visita no programada a la Basílica de San Pedro el lunes, donde rezó ante la tumba de San Pío X. El evento inesperado tuvo lugar alrededor de las 13:00 horas y sorprendió a los fieles y visitantes presentes.
A pesar de estar en proceso de recuperación en Casa Santa Marta, el Pontífice ha comenzado a retomar algunas de sus actividades habituales, incluyendo reuniones. La visita refleja su deseo de mantener un contacto cercano con los fieles, quienes en esta ocasión se congregaron emocionados para saludarlo y recibir su bendición. Este gesto espontáneo subraya la continuidad de sus compromisos y su conexión con la comunidad católica, a pesar de su convalecencia.
El Papa Francisco realizó una visita no programada a la Basílica de San Pedro para rezar ante la tumba de San Pío X. Este evento inesperado se suma a la salida del domingo pasado desde Casa Santa Marta, donde el Pontífice sigue recuperándose y ha retomado algunas reuniones. El Papa llegó a la Basílica aproximadamente a las 13:00 horas, encontrándose con un centenar de fieles que, emocionados, se acercaron para saludarlo y recibir su bendición.
La presencia del Papa en la Basílica sorprendió tanto a fieles como a visitantes que se encontraban en el lugar. Esta visita refleja la continuidad de sus actividades a pesar de su convalecencia. Francisco ha mantenido un perfil activo, retomando gradualmente sus compromisos y mostrando cercanía con los fieles a través de estos gestos espontáneos. La emoción de los presentes fue palpable, quienes expresaron su gratitud por la oportunidad de verlo y recibir su bendición.
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