La periodista, poeta y directora de la Fundación Vía del Arte, Sonia Losada, formó parte de la delegación española en el Jubileo de los Artistas y del Mundo de la Cultura en Roma, que tuvo lugar del 15 al 18 de febrero.
A pesar de la ausencia física del Papa Francisco por motivos de salud, sus palabras de aliento y de esperanza a los artistas fueron leídas por el cardenal José Tolentino de Mendonça. Durante el evento, los artistas tuvieron la oportunidad de cruzar la Puerta Santa de noche y realizar un recorrido de luz y música en la basílica de San Pedro. Losada destacó la necesidad de un mayor apoyo de la Iglesia a los artistas contemporáneos, alegando que la institución se centra más en proteger el patrimonio que en apoyar a los artistas actuales.
Sonia Losada, periodista, poeta y directora de la Fundación Vía del Arte, formó parte de la delegación española que participó en el Jubileo de los Artistas y del Mundo de la Cultura en Roma, del 15 al 18 de febrero. Aunque el Papa Francisco no pudo estar presente debido a su ingreso hospitalario, dirigió a los artistas unas palabras de aliento: «La esperanza no es una ilusión; la belleza no es una utopía; el don que tienen no es una casualidad, es una denominada». Losada asegura que estos mensajes del Papa, leídos por el cardenal José Tolentino de Mendonça, fueron uno de los momentos más intensos de la peregrinación.
En la misa jubilar celebrada en la basílica de San Pedro, el Papa animó a los artistas a crear puentes de unión en un mundo dividido y a usar el arte como un lenguaje universal para encontrarse con los no creyentes. Sonia Losada, que también es autora de un libro de poemas sobre el credo, ve en estas palabras una misión: «que las palabras que escribes puedan aproximar a otro a Dios».
Durante el Jubileo, los artistas tuvieron la oportunidad de cruzar la Puerta Santa de noche y realizar un recorrido de luz y música en la basílica de San Pedro. Este momento, conocido como la Noche Blanca, fue especialmente significativo para Losada, quien destacó la oportunidad de encontrarse con Dios en la oscuridad y la iluminación cuidada de la basílica.
Sin embargo, Losada también señaló la necesidad de un mayor apoyo de la Iglesia a los artistas contemporáneos: «Está más preocupada por proteger el patrimonio y se olvida de cuidar la voz de los artistas; la Iglesia siempre ha sido mecenas, y hoy esa parte está descuidada». Losada añadió que los artistas echaron de menos el aliento de la jerarquía eclesiástica, que parece desconectada de los lenguajes artísticos actuales.
Valentina Mattern, una de las artistas más jóvenes que participó en el Jubileo, compartió su experiencia de cómo sus proyectos artísticos han ayudado a cambiar la concepción de la Iglesia entre sus amigos no creyentes. Mattern, que está estudiando Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, describió la Noche Blanca en San Pedro como «impresionante e indescriptible».
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