De la cárcel a la fe: La transformación de un cubano en Madrid Osmanys, un cubano residente en Madrid, experimentó una transformación de vida a través de su fe religiosa después de una serie de dificultades y errores que le llevaron a la cárcel. Nacido en un pequeño pueblo cerca del municipio cubano de Haití, Osmanys siempre sintió una profunda llamada hacia la Iglesia, a pesar de la influencia de la santería y el ateísmo radical en su familia. El pasado 1 de febrero, en medio de luchas personales que incluyen una condena por robo y un diagnóstico de cirrosis hepática, Osmanys recibió los sacramentos de. La vida de Osmanys, un cubano residente en Madrid, es una historia de redención y fe. Tras pasar por dificultades y errores que le llevaron a la cárcel, este hombre ha encontrado en la religión un nuevo camino. El pasado 1 de febrero, Osmanys recibió de manos del obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez, los sacramentos de la iniciación cristiana. Osmanys, el más joven de seis hermanos, nació en un pequeño pueblo cerca del municipio cubano de Haití. A pesar de la influencia de la santería y el ateísmo radical en su familia, desde niño sintió una profunda llamada hacia la Iglesia. Sin embargo, su decisión no fue fácil, ya que sus hermanos se lo contaban a sus padres cada vez que iba a la iglesia, lo que le valía castigos físicos. Pero Osmanys no se rindió: "cuantos más golpes me daban, más fuerza cogía para volver a la iglesia", afirma. En su juventud, Osmanys tuvo que trabajar duro en los campos de arroz de su Cuba natal para poder pagar sus estudios. Años después, ya en España, se dedicó a cuidar a personas mayores en residencias de ancianos como auxiliar de enfermería. Sin embargo, problemas económicos y malas amistades le llevaron a cometer robos, por los que fue condenado a pasar un año en prisión. Durante su estancia en la cárcel, Osmanys reflexionó sobre sus errores y pidió perdón, aunque no todos se lo aceptaron. También tuvo que enfrentarse a un diagnóstico de cirrosis hepática y un tumor en el hígado. Pero en medio de la adversidad, encontró un rayo de esperanza: las Misioneras de la Caridad del Paseo de la Ermita del Santo. Con ellas, Osmanys ha encontrado una nueva familia y ha redescubierto su fe. El pasado 1 de febrero, Osmanys recibió los sacramentos de la Reconciliación, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Para él, este día fue un regalo de Dios y una liberación de sus cargas pasadas. Desde entonces, ha comulgado todos los días y se siente "fenomenal". El obispo auxiliar, José Antonio Álvarez, destaca la transformación de Osmanys y cómo la caridad de Cristo a través de diferentes personas y acontecimientos le ha hecho reconocer la presencia de Dios en su vida. Según el obispo, la historia de Osmanys es un ejemplo de cómo la Iglesia, como Madre, puede acoger a un hijo después de "tantos sufrimientos, soledades y abandono" y ayudarle a "recobrar el gozo de vivir".

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