El Papa Francisco, en una homilía leída por el Cardenal Penitenciario Angelo De Donatis, destacó la importancia de la reflexión y la penitencia durante la cuaresma, en una misa celebrada en la Basílica de Santa Sabina.
El sumo pontífice enfatizó que, a pesar de estar rodeados por el "polvo tóxico del mundo", las cenizas impuestas durante este período nos recuerdan nuestra verdadera identidad y mortalidad. Este evento, que marca el inicio de la cuaresma, fue precedido por una procesión penitencial desde la iglesia de Sant'Anselmo all'Aventino, una tradición que simboliza el comienzo de un tiempo de reflexión, arrepentimiento y renovación espiritual en la Iglesia Católica.
En una misa celebrada en la Basílica de Santa Sabina, que marcó el inicio del camino penitencial, el Cardenal Penitenciario Angelo De Donatis leyó la homilía del Papa Francisco. En su mensaje, el sumo pontífice señaló que este período de reflexión y penitencia es una invitación a reavivar la esperanza.
El Papa Francisco hizo hincapié en que, a pesar de estar inmersos en el "polvo tóxico del mundo", las cenizas que se imponen durante la cuaresma nos recuerdan quiénes somos realmente. Este recordatorio de nuestra humanidad y mortalidad es una oportunidad para redimensionar nuestras vidas y reorientar nuestras prioridades.
La celebración de la misa en la Basílica de Santa Sabina fue precedida por una procesión penitencial desde la iglesia de Sant'Anselmo all'Aventino. Este acto simbólico de caminar en penitencia es una tradición que marca el comienzo de la cuaresma, un tiempo de reflexión, arrepentimiento y renovación espiritual en la Iglesia Católica.
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