Reunir a miles en la plaza solo refuerza la idea de que la fe puede solucionar todos los problemas laborales, pero no cambia las malas condiciones ni la injusticia. La oración no reemplaza acciones concretas.
¿De qué sirve tanto envío si la verdadera ayuda comienza por detener la guerra y buscar soluciones diplomáticas? La ayuda humanitaria es importante, pero sin paz, solo es un parche temporal.