Trece adultos reciben Sacramentos de Iniciación en la Catedral de Cartagena En la tarde del Domingo II de Pascua, coincidiendo con la fiesta de la Divina Misericordia, trece adultos recibieron los Sacramentos de Iniciación Cristiana en la Catedral de Cartagena.

La ceremonia, presidida por el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, incluyó el bautismo, la confirmación y la participación en la Eucaristía de los nuevos miembros de la Iglesia. Durante su homilía, Mons. Lorca Planes destacó la importancia de la oración y la caridad, instando a los catecúmenos a permanecer unidos al Señor y a trabajar por el bien. Tras el bautismo, los neófitos fueron revestidos con túnicas blancas y recibieron la luz de Cristo. La celebración se realizó un día después del entierro del Papa Francisco, cuya imagen se exhibía en el presbiterio, y concluyó con la entrega de obsequios significativos a los nuevos fieles.

En la tarde del Domingo II de Pascua, fiesta de la Divina Misericordia, trece adultos recibieron los Sacramentos de Iniciación Cristiana en la Catedral de Cartagena. Acompañados por sus padrinos, estos nuevos miembros de la Iglesia fueron bautizados, confirmados y participaron en la Eucaristía. La ceremonia fue presidida por el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, quien también administró el sacramento de la Confirmación a otra persona.

Durante la homilía, Mons. Lorca Planes expresó su alegría al ver la obra de Dios en los catecúmenos, afirmando que comenzaban su vida para Dios. Les instó a permanecer unidos al Señor, trabajar por el bien y luchar contra el mal. El obispo subrayó la importancia de la oración como medio de comunicación con Dios y recordó que la caridad es un rasgo distintivo del cristiano. "No necesitamos el móvil; basta con tener consciencia de que Dios está delante de nosotros", afirmó.

Tras el bautismo, los neófitos fueron revestidos con túnicas blancas y recibieron la luz de Cristo de manos de sus padrinos, con velas encendidas en el cirio pascual. Mons. Lorca Planes les administró el sacramento de la Confirmación, permitiéndoles participar en la Eucaristía y recibir la Comunión. Este acto solemne marcó el inicio de su camino en la fe cristiana, sellando su compromiso con la Iglesia.

La celebración se realizó un día después del entierro del Papa Francisco, cuya fotografía se exhibía en el presbiterio. Al finalizar la misa, Mons. Lorca Planes entregó obsequios a los nuevos miembros de la Iglesia: una cruz, réplica del pectoral del Santo Padre, un rosario similar al que el Papa solía regalar y una foto suya. El obispo deseó que estos recuerdos les acercaran a la Palabra de Dios, la Eucaristía y la caridad.

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