El pasado fin de semana, cerca de 350 personas participaron en la Esperanzada, una peregrinación anual organizada por la Pastoral Vocacional de la Diócesis de Cartagena.
Este evento reunió a jóvenes, familias, religiosas y sacerdotes, quienes peregrinaron desde el Santuario de la Vera Cruz de Caravaca hasta el de Nuestra Señora de la Esperanza de Calasparra, en la región de Murcia, España. La actividad, que busca simbolizar esperanza y unión entre diversas realidades vocacionales, se desarrolló bajo el lema "Corazón abierto de par en par", inspirado en la segunda carta a los Corintios, y tuvo a San Juan Pablo II como patrón. La peregrinación incluyó oraciones, Eucaristías, catequesis y una vigilia, concluyendo con una misa y oración final el domingo. Blas López, delegado de Pastoral Vocacional, destacó la apertura de corazón de los participantes y agradeció a los colaboradores que hicieron posible el evento.
Cerca de 350 personas participaron el pasado fin de semana en la Esperanzada, la peregrinación anual organizada por la Pastoral Vocacional de la Diócesis de Cartagena. Este evento reúne a jóvenes, familias, religiosas y sacerdotes para peregrinar desde el Santuario de la Vera Cruz de Caravaca hasta el de Nuestra Señora de la Esperanza de Calasparra. La actividad busca ser un signo de esperanza y unión entre las distintas realidades vocacionales.
Este año, la peregrinación se celebró bajo el lema "Corazón abierto de par en par", inspirado en la segunda carta a los Corintios, y tuvo a san Juan Pablo II como patrón. La actividad comenzó el viernes con una oración en el Santuario de la Vera Cruz de Caravaca, seguida por una Eucaristía en Cehegín presidida por el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes. La jornada incluyó una velada festiva con la actuación de Paul Ponce, conocido por su labor evangelizadora.
El sábado, los peregrinos continuaron su camino hacia las pedanías de Canara y Valentín. Durante el trayecto, se realizaron catequesis, oraciones grupales y el rezo del Rosario, acompañados por el himno de la Esperanzada, "Hoy es el día", de Athenas. La jornada concluyó con una vigilia de oración en Calasparra. El domingo, la peregrinación culminó con una Eucaristía en la explanada del Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza y una oración final ante la Virgen.
Blas López, delegado de Pastoral Vocacional, destacó la apertura de corazón de los participantes y el deseo de continuar buscando a Dios en sus vidas. Agradeció la acogida de todos los colaboradores que hicieron posible la peregrinación. La Esperanzada se consolida así como un evento significativo para la comunidad diocesana, promoviendo la convivencia y el fortalecimiento de la fe entre sus participantes.
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