El obispo de la Diócesis de Alcalá de Henares, Mons. Antonio Prieto Lucena, presidió la Vigilia Pascual y la Eucaristía del Domingo de Resurrección en la sede episcopal.
Estos eventos, celebrados durante el fin de semana de Pascua, son de gran importancia para la comunidad católica, simbolizando el paso de la oscuridad a la luz con la resurrección de Jesucristo. Durante la Vigilia, se llevaron a cabo ritos tradicionales como la bendición del fuego nuevo y el encendido del cirio pascual, reflejando la continuidad de las prácticas religiosas. Mons. Prieto Lucena destacó la resurrección como pilar de la fe cristiana y dirigió un mensaje de esperanza y unidad a los fieles congregados, quienes participaron activamente en un ambiente de recogimiento y espiritualidad. La celebración concluyó con un sentido de renovación espiritual, reafirmando el compromiso de los asistentes con su fe y comunidad.
El obispo de la Diócesis de Alcalá de Henares, Mons. Antonio Prieto Lucena, presidió recientemente la Vigilia Pascual y la Eucaristía del Domingo de Resurrección. Estos eventos litúrgicos, de gran significado para la comunidad católica, se llevaron a cabo en la sede episcopal. La Vigilia Pascual es una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico, marcando el paso de la oscuridad a la luz con la resurrección de Jesucristo.
Durante la celebración, Mons. Prieto Lucena destacó la importancia de la resurrección como pilar fundamental de la fe cristiana. La Eucaristía del Domingo de Resurrección continuó con el espíritu de alegría y renovación que caracteriza a esta festividad. Los fieles se congregaron en gran número para participar en estos actos, reafirmando su compromiso con los valores de su fe y la comunidad eclesiástica.
Ambas ceremonias se desarrollaron en un ambiente de recogimiento y espiritualidad, con la participación activa de los asistentes. La Vigilia Pascual incluyó la bendición del fuego nuevo y el encendido del cirio pascual, símbolos de la luz de Cristo resucitado. Estos ritos tradicionales subrayan la continuidad de las prácticas religiosas en la diócesis y su relevancia en la vida de los creyentes.
El obispo Prieto Lucena aprovechó la ocasión para dirigirse a los presentes con un mensaje de esperanza y unidad. En sus palabras, enfatizó la necesidad de vivir la resurrección en el día a día, promoviendo la paz y el amor entre los miembros de la comunidad. La celebración concluyó con un sentido de renovación espiritual, reflejando el significado profundo de la Pascua en la tradición cristiana.
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