El vicario apostólico de Arabia meridional, Mons. Paolo Martinelli, ha elogiado la destacada contribución del Papa Francisco al diálogo interreligioso, subrayando la importancia del «Documento sobre la fraternidad humana».
Este documento, firmado junto al Gran Imán de Al-Azhar, representa un esfuerzo conjunto por fomentar la paz y la convivencia entre diferentes religiones. Mons. Martinelli, miembro de la orden de los franciscanos capuchinos, ha resaltado cómo este gesto del Santo Padre constituye un paso fundamental en la construcción de puentes entre comunidades de fe. En un mundo marcado por divisiones, el documento se erige como un llamado universal a la fraternidad y al entendimiento mutuo, reflejando el compromiso de la Iglesia con el diálogo y la reconciliación. La iniciativa del Papa Francisco es vista como un testimonio vivo del Evangelio, invitando a todos los creyentes a ser agentes de paz y unidad.
El vicario apostólico de Arabia meridional, Mons. Paolo Martinelli, ha destacado la significativa aportación del Papa Francisco al diálogo interreligioso, especialmente a través del «Documento sobre la fraternidad humana». Este documento, firmado junto al Gran Imán de Al-Azhar, busca promover la paz y la convivencia entre diferentes religiones. Martinelli, perteneciente a la orden de los franciscanos capuchinos, resalta cómo este gesto del Santo Padre ha sido un paso crucial en la construcción de puentes entre comunidades de fe.
Mons. Martinelli enfatiza que el «Documento sobre la fraternidad humana» no solo es un hito en las relaciones entre cristianos y musulmanes, sino que también representa un llamado universal a la fraternidad y al entendimiento mutuo. Según el vicario apostólico, este esfuerzo del Papa Francisco refleja el compromiso de la Iglesia con el diálogo y la reconciliación, valores esenciales en un mundo marcado por divisiones y conflictos. La iniciativa del Papa es vista como un testimonio vivo del Evangelio en acción.
El vicario apostólico subraya que el impacto del documento trasciende las fronteras religiosas, invitando a todas las personas de buena voluntad a trabajar juntas por un mundo más justo y pacífico. Martinelli considera que el liderazgo del Papa Francisco en este ámbito es un ejemplo inspirador para todos los creyentes, animándoles a ser agentes de paz y unidad. La labor del Santo Padre en el diálogo interreligioso es vista como una manifestación concreta de la misión evangelizadora de la Iglesia en el siglo XXI.
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