Sor Caterina, una religiosa de 93 años, ha compartido recientemente sus entrañables recuerdos sobre el Papa Francisco, a quien conoció durante su estancia en Buenos Aires.
En un testimonio cargado de admiración, Sor Caterina describe al entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio como un "hombre recto", destacando su integridad y firmeza en la fe. Esta relación personal, que comenzó en Argentina, ha perdurado a lo largo de los años, incluso tras la elección de Francisco como Sumo Pontífice. La religiosa recuerda cómo el actual Papa solía dejar sus sotanas en la Casa de su congregación durante sus visitas a Roma, un gesto que simboliza la confianza y cercanía entre ambos. Este relato ofrece una perspectiva íntima del carácter humilde y cercano del Papa Francisco, subrayando su dedicación al servicio de la Iglesia y su compromiso con los valores evangélicos.
Sor Caterina, una religiosa de 93 años, ha compartido sus recuerdos sobre el Papa Francisco, a quien conoció durante su estancia en Buenos Aires. En sus palabras, describe al entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio como un “hombre recto”, destacando su integridad y firmeza en la fe. Esta relación, forjada en Argentina, se mantuvo a lo largo de los años, incluso después de que Francisco asumiera el Papado.
La religiosa también rememora cómo el actual Pontífice solía dejar sus sotanas en la Casa de su congregación cuando visitaba Roma. Este detalle, aparentemente sencillo, refleja la confianza y cercanía que existía entre ellos. Sor Caterina destaca que, a pesar de sus responsabilidades, Francisco siempre mostró una profunda humildad y cercanía hacia aquellos que le rodeaban.
Este testimonio de Sor Caterina ofrece una perspectiva personal sobre la figura del Papa Francisco, subrayando su carácter y virtudes desde una experiencia vivida de primera mano. La religiosa enfatiza que su encuentro con el Pontífice en Buenos Aires dejó una huella imborrable en su vida, resaltando su dedicación al servicio de la Iglesia y su compromiso con los valores del Evangelio.
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