Murcia celebra Misa Huertana en honor al Papa Francisco y la Virgen de la Fuensanta En un emotivo acto de fe y tradición, Murcia celebró la Misa Huertana durante el Día del Bando de la Huerta, marcada por el reciente fallecimiento del Papa Francisco.

La ceremonia, presidida por el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, tuvo lugar en la plaza del Cardenal Belluga, donde los fieles se congregaron para honrar al Sumo Pontífice y pedir la intercesión de la Virgen de la Fuensanta. A pesar de los tres días de luto oficial en España, la celebración se mantuvo, reflejando el deseo del Papa de no interrumpir la festividad en honor a la Madre. Con un ambiente de recogimiento y respeto, la imagen de la Virgen lució un lazo negro, y los asistentes, incluyendo autoridades, vistieron de negro, renunciando a los trajes tradicionales. La jornada concluyó con una procesión sobria, sin los habituales fuegos artificiales ni lluvias de pétalos, en señal de duelo y devoción.

Con una imagen del Papa Francisco junto al altar, se celebró en Murcia la tradicional Misa Huertana durante el Día del Bando de la Huerta. Esta jornada festiva se desarrolló con sobriedad y moderación tras el reciente fallecimiento del Sumo Pontífice. El obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, afirmó que al Papa le hubiera gustado que la fiesta no se suspendiera, ya que es en honor de la Madre. A pesar de los tres días de luto oficial decretados por el Gobierno de España, el prelado consideró esta celebración como una oportunidad para honrar al Papa y a toda Murcia, pidiendo la intercesión de la Virgen de la Fuensanta para que el sucesor de Pedro alcance la vida eterna.

La plaza del Cardenal Belluga se llenó de fieles que participaron en la Eucaristía, donde el recogimiento fue evidente. El obispo compartió sus sentimientos en este momento agridulce, estando con la Virgen de la Fuensanta en días de fiesta, pero con el dolor por la muerte del Santo Padre. En su homilía, recomendó a los presentes practicar la esperanza, una invitación a la oración que el Papa Francisco solía recordar. Este llamado a la esperanza se convirtió en un eje central de la celebración, uniendo a los fieles en oración y reflexión.

La imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia, lucía un lazo negro en señal de luto. En este día festivo, muchos optaron por no vestir el traje huertano tradicional en señal de respeto, incluyendo a los Caballeros de la Fuensanta y las autoridades regionales y locales, que asistieron de riguroso negro. Durante la celebración, se realizaron cambios significativos, como la música, con la Coral Discantus en lugar de la rondalla con cantos huertanos, y no se bailaron las jotas murcianas, reflejando el ambiente de recogimiento y respeto.

Tras la Eucaristía, la imagen de la Morenica fue llevada en procesión por algunas calles del centro de la ciudad. El ambiente fue de mayor recogimiento que en otras ocasiones, debido al duelo, sin fuegos artificiales y con la supresión casi total de lluvias de pétalos de flor. Este acto de devoción y respeto mostró la profunda conexión de los fieles con su fe y su comunidad, en un momento de tristeza compartida por la pérdida del Papa Francisco.

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