En la basílica de San Pablo Extramuros, se ha llevado a cabo una misa solemne presidida por el arzobispo Rino Fisichella, en el contexto del Jubileo de las personas con discapacidad. Este evento ha reunido a numerosos fieles y ha subrayado la importancia de la inclusión dentro de la comunidad eclesial.
Durante la celebración, el arzobispo Fisichella ha enfatizado el valor y la dignidad de cada persona, independientemente de sus capacidades, destacando el Jubileo como una oportunidad para renovar el compromiso de la Iglesia con la inclusión. La misa ha sido organizada con la colaboración de diversas organizaciones dedicadas al apoyo de personas con discapacidad, reflejando un espíritu de unidad y cooperación. Este acto ha sido un testimonio de la fe compartida y del compromiso con los valores evangélicos de caridad y solidaridad.
En la basílica de San Pablo Extramuros, se ha celebrado un evento significativo en el marco del Jubileo de las personas con discapacidad. El arzobispo Rino Fisichella, quien anteriormente ocupó el cargo de pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, ha presidido una misa solemne. Este acto ha reunido a numerosos fieles y ha puesto de manifiesto la importancia de la inclusión y el reconocimiento de las personas con discapacidad dentro de la comunidad eclesial.
Durante la celebración, el arzobispo Fisichella ha destacado el valor y la dignidad inherentes a cada persona, independientemente de sus capacidades físicas o mentales. Ha subrayado que el Jubileo es una oportunidad para renovar el compromiso de la Iglesia con la inclusión y el acompañamiento de todos sus miembros. La misa ha sido un momento de reflexión y oración, en el que se ha recordado el legado de amor y servicio que debe guiar a la comunidad católica.
El evento en la basílica de San Pablo Extramuros ha contado con la participación de diversas organizaciones y grupos dedicados al apoyo de personas con discapacidad. Estos grupos han colaborado activamente en la organización de la misa, reflejando el espíritu de unidad y cooperación que caracteriza a la Iglesia. La celebración ha sido un testimonio vivo de la fe compartida y del compromiso con los valores evangélicos de caridad y solidaridad.
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