La Conferencia del Episcopado Mexicano ha expresado su dolor y condena tras el reciente descubrimiento de un campo de exterminio en México, atribuido a la acción del crimen organizado.
Este hallazgo, que se suma a otros ya conocidos en el país, ha llevado a los obispos a renovar su compromiso de ser voz para los sin voz y participar activamente en la búsqueda de soluciones a la crisis humanitaria. Aunque el comunicado no especifica cuándo ni dónde se encontró este campo, los prelados se comprometen a colaborar en el diálogo y la reconstrucción del tejido social dañado por estos actos de violencia extrema.
La Conferencia del Episcopado Mexicano ha expresado su dolor y rechazo ante el reciente hallazgo de un campo de exterminio en el país, atribuido a la acción del crimen organizado. Los prelados mexicanos han condenado la expansión de estos campos de muerte y han renovado su compromiso de ser voz de los que no tienen voz.
En un comunicado, los obispos han declarado: "Ofrecemos nuestra participación en espacios de diálogo y colaboración para atender esta crisis humanitaria, acompañar a las víctimas y contribuir a la reconstrucción del tejido social tan lastimado por estos actos de violencia extrema". Con estas palabras, se comprometen a ser parte activa en la búsqueda de soluciones a esta grave problemática que afecta a la sociedad mexicana.
Este pronunciamiento se produce tras el descubrimiento de un nuevo campo de exterminio, que se suma a los ya conocidos en el país y que son resultado de la violencia generada por el crimen organizado. La Iglesia en México se muestra así solidaria con las víctimas y dispuesta a trabajar en la restauración de la paz y la justicia.
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