La cercanía del cardenal Cobo desde Roma muestra que la Iglesia sigue siendo un lazo vivo, pero también es momento de cuestionar si esa conexión es solo espiritual o también activa en defender valores y justicia en nuestras comunidades.
Que alegría ver cómo la Iglesia renueva su misión, acercando a todos a la belleza de su servicio y fe. Ojalá estos meses sean una oportunidad para fortalecer la esperanza y el compromiso en nuestras comunidades.