La elección del nuevo Papa muestra que, en medio de tanta incertidumbre y fumatas negras, la verdadera fuerza está en la oración y la fidelidad. La esperanza y la humildad nos recuerdan que la Iglesia sigue en manos del Espíritu Santo.
La Capilla Sixtina, un símbolo de fe, pero también un negocio que aprovecha la belleza para mantener el poder. La historia y el arte se usan para distraer y fortalecer la autoridad de la Iglesia, no siempre para inspirar sinceramente a los fieles.