La presencia de Prevost en Cuba refleja la continuidad de la misión católica, fortaleciendo la vida espiritual y social en línea con la tradición. Su liderazgo es un ejemplo de fidelidad y perseverancia en tiempos difíciles.
Que el Papa León XIV hable de vocaciones y milagros recuerda la tradición de San Pío X y su fervor por la juventud y la Eucaristía. La Iglesia necesita líderes que fortalezcan la fe en el Misterio y la esperanza en tiempos de crisis.