La archidiócesis de Madrid ha convocado una Celebración por la Paz en la parroquia San Hilario de Poitiers, situada en la Vicaría VI, como parte del Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz.
El evento, que se llevará a cabo el próximo curso 24-25, comenzará a las 18:15 con una reflexión y testimonios, seguido de una Oración por la Paz a las 19:40. Esta iniciativa, organizada por la Comisión diocesana de Justicia y Paz, tiene como objetivo destacar el poder de la oración en la construcción del Reino de Dios, según el exconsiliario Ignacio María Fernández. Las vigilias, que se realizarán en cada Vicaría territorial, buscan unir a los fieles en oración y mostrar la cercanía de la Iglesia con el sufrimiento humano, subrayando que la violencia y la guerra son obstáculos para la paz y la vida plena en Cristo.
La archidiócesis de Madrid ha organizado una nueva Celebración por la Paz, enmarcada en el Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz. Esta celebración tendrá lugar en la parroquia San Hilario de Poitiers, ubicada en la Vicaría VI. El evento comenzará con una reflexión y varios testimonios a las 18:15, seguido de una Oración por la Paz a las 19:40. Esta iniciativa forma parte de una serie de celebraciones programadas para el curso 24-25, con una en cada Vicaría territorial.
El exconsiliario Ignacio María Fernández ha destacado el propósito de estas vigilias organizadas por la Comisión diocesana de Justicia y Paz. Según sus palabras, el objetivo principal es resaltar «el valor que tiene la oración para construir el Reino de Dios». Fernández subraya que la violencia es uno de los mayores obstáculos para esta construcción, afirmando que «la guerra es negar el Reino de Dios». La oración común y el testimonio de amor a las víctimas son aspectos fundamentales de estas vigilias.
Además, Fernández enfatiza que estas vigilias son un testimonio del amor de la Iglesia hacia las víctimas y su preocupación por la conversión de los pecadores. La Iglesia, afirma, no es ajena al sufrimiento del mundo y siente en su corazón el dolor de las personas. La guerra, añade, ataca el mayor don de Dios, que es «la vida y el poder vivir como hijos suyos». La celebración busca, por tanto, unir a los fieles en oración y mostrar la cercanía de la Iglesia con el sufrimiento humano.
Finalmente, Fernández concluye que estas vigilias se realizan por la «propia incapacidad de construir un mundo justo» sin la ayuda divina. La rotación de las vigilias por las diferentes vicarías busca acercar esta experiencia a todos los fieles, reconociendo el valor de la encarnación territorial de la diócesis. Esta estrategia facilita el acceso a la oración y refuerza el sentido de comunidad y cercanía entre los participantes.
Escribir un comentario