Esta mañana se ha celebrado el Domingo de Ramos en diversas localidades de la diócesis, marcando el inicio de la Semana Santa.
En Oviedo, la ceremonia principal ha tenido lugar en la Catedral y ha sido presidida por el Arzobispo Mons. Jesús Sanz. La jornada ha comenzado en la iglesia de San Tirso con la tradicional bendición de los ramos, un ritual que simboliza la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Durante su homilía, Mons. Sanz ha reflexionado sobre el significado del Domingo de Ramos, destacando que las contradicciones y pecados humanos no tienen la última palabra en la historia de la salvación. La celebración ha contado con una nutrida participación de fieles, quienes han seguido atentamente las palabras del Arzobispo y han participado activamente en los ritos litúrgicos. La ceremonia ha transcurrido en un ambiente de recogimiento y devoción, con una notable asistencia que ha llenado la Catedral de Oviedo.
Esta mañana se ha celebrado el Domingo de Ramos en diversas localidades de la diócesis, marcando el inicio de la Semana Santa. En Oviedo, la ceremonia ha sido presidida por el Arzobispo Mons. Jesús Sanz, quien ha encabezado la eucaristía en la Catedral. La celebración ha comenzado en la iglesia de San Tirso, donde se ha llevado a cabo la tradicional bendición de los ramos, un ritual que simboliza la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y que congrega a numerosos fieles cada año.
Durante su homilía, Mons. Sanz ha reflexionado sobre el significado del Domingo de Ramos, destacando que las contradicciones y pecados humanos no tienen la última palabra en la historia de la salvación. Ha subrayado la importancia de reconocer nuestras debilidades y buscar la redención a través de la fe. La celebración ha contado con una nutrida participación de fieles, quienes han seguido atentamente las palabras del Arzobispo y han participado activamente en los ritos litúrgicos.
La ceremonia ha transcurrido en un ambiente de recogimiento y devoción, con una notable asistencia que ha llenado la Catedral de Oviedo. La procesión de los ramos, que precede a la misa, ha sido uno de los momentos más emotivos, marcando el inicio de una semana cargada de actos religiosos y tradiciones que culminarán con la Pascua. Esta celebración se erige como un recordatorio del mensaje de esperanza y renovación que caracteriza a la Semana Santa en la tradición cristiana.
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