Durante la reciente Misa Crismal, Mons. Ginés García Beltrán expresó su deseo de una Iglesia unida, evangelizadora y misericordiosa, destacando la importancia de estos valores para el fortalecimiento de la comunidad eclesiástica.
La ceremonia tuvo lugar con la participación de numerosos fieles, subrayando el compromiso de la diócesis con estos principios fundamentales. En su homilía, el obispo enfatizó la necesidad de unidad dentro de la Iglesia, afirmando que esta cohesión es esencial para enfrentar los desafíos contemporáneos y servir de manera efectiva a sus miembros. Además, resaltó la misericordia como una característica central del mensaje cristiano e instó a los presentes a practicarla en su vida diaria. Durante la misa, se realizó la bendición de los óleos, un rito significativo que simboliza la renovación de la fe y el compromiso pastoral, concluyendo con una invitación a vivir estos valores en sus comunidades.
Mons. Ginés García Beltrán expresó su deseo de una Iglesia unida, evangelizadora y misericordiosa durante la Misa Crismal, celebrada recientemente. En su homilía, destacó la importancia de estos valores para el fortalecimiento de la comunidad eclesiástica. La ceremonia, que se llevó a cabo con la participación de numerosos fieles, subrayó el compromiso de la diócesis con estos principios fundamentales.
El obispo enfatizó la necesidad de unidad dentro de la Iglesia, señalando que esta cohesión es esencial para llevar a cabo la misión evangelizadora. Según Mons. García Beltrán, una Iglesia unida puede enfrentar mejor los desafíos contemporáneos y servir de manera más efectiva a sus miembros. Además, destacó el papel de la misericordia como una característica central del mensaje cristiano, instando a los presentes a practicarla en su vida diaria.
Durante la Misa Crismal, se realizó la bendición de los óleos, un rito significativo en el calendario litúrgico. Este acto simboliza la renovación de la fe y el compromiso de los sacerdotes y laicos con su misión pastoral. Mons. García Beltrán recordó a los asistentes la importancia de este momento, que refuerza el sentido de comunidad y servicio dentro de la Iglesia. La ceremonia concluyó con una invitación a todos los presentes a vivir estos valores en sus respectivas comunidades.
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