El obispo de Getafe ha emitido una carta dirigida a la comunidad con motivo de la Pastoral del Mayor, en la que aborda la importancia de atender a las personas mayores, destacando su papel fundamental en la sociedad y la Iglesia.
El documento, difundido recientemente en Getafe, busca sensibilizar a los fieles sobre la necesidad de cuidar y valorar a este colectivo, que a menudo enfrenta situaciones de vulnerabilidad y soledad. En la carta, el prelado subraya la riqueza que aportan los mayores con su experiencia y sabiduría e insta a la comunidad a integrarlos plenamente en la vida eclesial. Se enfatiza el deber cristiano de acompañar y apoyar a los ancianos, promoviendo su participación activa en actividades parroquiales. Además, se menciona la necesidad de desarrollar programas pastorales específicos que respondan a sus necesidades, fomentando su bienestar físico, emocional y espiritual. La carta concluye con un llamado a la oración por todos los mayores.
El obispo de Getafe ha emitido una carta dirigida a la comunidad con motivo de la Pastoral del Mayor. En este documento, el prelado aborda la importancia de atender a las personas mayores, destacando su papel fundamental en la sociedad y la Iglesia. A través de sus palabras, se busca sensibilizar a los fieles sobre la necesidad de cuidar y valorar a este colectivo, que a menudo enfrenta situaciones de vulnerabilidad y soledad.
La carta subraya la riqueza que aportan los mayores con su experiencia y sabiduría, instando a la comunidad a integrarlos plenamente en la vida eclesial. El obispo hace hincapié en el deber cristiano de acompañar y apoyar a los ancianos, promoviendo su participación activa en las actividades parroquiales y en la vida cotidiana de la comunidad. Además, se destaca la importancia de crear espacios de encuentro y diálogo intergeneracional.
El documento también menciona la necesidad de desarrollar programas pastorales específicos que respondan a las necesidades de los mayores, fomentando su bienestar físico, emocional y espiritual. Se alienta a los fieles a ser agentes de cambio, promoviendo una cultura de respeto y amor hacia los ancianos. La carta concluye con un llamado a la oración por todos los mayores, pidiendo a Dios que les conceda salud, paz y alegría en esta etapa de sus vidas.
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