En el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro, se ha celebrado el solemne rito del cierre del féretro del Papa Francisco, un acto cargado de simbolismo y tradición.
Presidido por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, el evento tuvo lugar en un ambiente de profunda reverencia y recogimiento. La ceremonia, parte integral de las exequias papales, contó con la presencia de algunos familiares del Santo Padre, quienes acompañaron este momento de oración. Este rito, conocido como "velatio", marca el paso del Papa a la vida eterna, subrayando la continuidad de la tradición y el respeto por su legado. La comunidad católica se une en oración por el alma del Pontífice, iniciando así el periodo de luto oficial.
En el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro, se llevó a cabo el solemne rito del cierre del féretro del Papa Francisco. Este rito, cargado de simbolismo y tradición, fue presidido por el cardenal camarlengo Kevin Farrell. La ceremonia contó con la presencia de algunos familiares del Santo Padre, quienes acompañaron este momento de recogimiento y oración. La liturgia, que forma parte de las ceremonias fúnebres papales, se desarrolló en un ambiente de profunda reverencia.
El rito del cierre del féretro, conocido como "velatio", es una tradición que se remonta a siglos atrás. Durante la ceremonia, se realizaron las oraciones y gestos litúrgicos establecidos por el protocolo vaticano. Este acto simboliza el paso del Papa a la vida eterna, un momento de gran significado para la Iglesia y los fieles. El cardenal camarlengo, en su papel de custodio de las ceremonias papales, desempeñó un rol central en la conducción del rito.
La presencia de familiares del Papa Francisco añadió un toque personal y emotivo a la ceremonia. El rito del cierre del féretro es una de las etapas finales en el proceso de despedida del Pontífice, marcando el inicio del periodo de luto oficial. Este acto, aunque íntimo, es de gran importancia para la comunidad católica, que se une en oración por el alma del Papa. La ceremonia en San Pedro subraya la continuidad de la tradición y el respeto por el legado del Santo Padre.
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