El Arzobispo Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Monseñor Fisichella, ofreció una homilía en la Misa del Jubileo de los Misioneros de la Misericordia, donde reflexionó sobre la parábola del "hijo pródigo" y enfatizó el valor del perdón.
Paralelamente, se rindió homenaje al fallecido compositor italiano Ennio Morricone con un concierto titulado "Missa Papae Francisci". Ambos eventos, que tuvieron lugar en el mismo día, formaron parte de las celebraciones del Jubileo de los Misioneros de la Misericordia, un acontecimiento que invita a la reflexión sobre el papel de la misericordia en la vida cristiana.
El Arzobispo Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Monseñor Fisichella, en su homilía durante la Misa del Jubileo de los Misioneros de la Misericordia, ha reflexionado sobre la parábola del "hijo pródigo". Según su interpretación, nadie puede permanecer fuera de la casa del Padre, ya que esto supondría el rechazo de su amor y conduciría al sinsentido de la vida. En este sentido, el Monseñor ha subrayado la importancia del perdón como elemento transformador de la vida.
En la misma jornada, se ha celebrado el concierto "Missa Papae Francisci" en memoria del compositor italiano Ennio Morricone. Este evento ha servido para rendir homenaje al célebre músico, recordado por sus inolvidables bandas sonoras en la historia del cine. El concierto ha sido una oportunidad para recordar y celebrar su legado, a través de la interpretación de una de sus creaciones más emblemáticas.
Estos eventos se han enmarcado en el contexto de la celebración del Jubileo de los Misioneros de la Misericordia, una ocasión especial para reflexionar sobre el papel de la misericordia en la vida cristiana. La homilía del Monseñor Fisichella y el concierto en memoria de Ennio Morricone han sido dos de los momentos más destacados de la jornada.
Escribir un comentario