Salvo D'Acquisto, un vicebrigadier italiano que sacrificó su vida para salvar a 22 civiles capturados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, ha sido proclamado Venerable por la Iglesia Católica.
Este reconocimiento tuvo lugar en la basílica de Santa Clara de Nápoles, después de la publicación del decreto que lo proclama como tal. El prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos destacó las tres "juventudes" de D'Acquisto, y afirmó que su muerte en 1943 no fue el "final", sino la "primavera" de su vida. Este reconocimiento es un paso significativo en el camino hacia la canonización, y se da en reconocimiento a su vida heroica y a su amor por la familia y la humanidad.
En la basílica de Santa Clara de Nápoles, tras la publicación del decreto que proclama Venerable al Siervo de Dios, el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, resaltó las tres "juventudes" del vicebrigadier Salvo D'Acquisto, quien dio su vida para salvar a 22 personas capturadas por los nazis. El prefecto enfatizó que la muerte no fue para D'Acquisto el "final", sino la "primavera" de su vida.
Salvo D'Acquisto, cuyo acto heroico durante la Segunda Guerra Mundial le costó la vida, ha sido reconocido como un ejemplo de amor a la familia y a la humanidad. Este reconocimiento es un paso importante en el camino hacia la canonización, proceso que reconoce a las personas que han vivido de manera heroica las virtudes cristianas.
El vicebrigadier italiano es recordado por su sacrificio, al ofrecer su vida para salvar a 22 civiles que habían sido capturados por los nazis en 1943. Su historia es un testimonio de valor y amor al prójimo, valores que la Iglesia busca destacar con su proclamación como Venerable.
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