La "economía sumergida" en España, que representa aproximadamente el 18% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, está obstaculizando el acceso de las mujeres a empleos justos y equitativos, forzándolas a trabajar en condiciones abusivas y sin protección social.
Este problema, que afecta principalmente a mujeres en trabajos como el servicio doméstico, jornaleras, cuidadoras y limpiadoras, ha sido denunciado por la organización Iglesia por un Trabajo Decente. Esta situación de explotación y precariedad laboral se resalta especialmente durante el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, una fecha dedicada a reivindicar los derechos de las mujeres y luchar por la igualdad.
La denominada "economía sumergida" en España dificulta que un gran número de mujeres puedan acceder a empleos justos y equitativos, forzándolas a trabajar en condiciones abusivas, sin contratos ni protección social. Este sector, que se estima que representa el 18% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, afecta en su mayoría a mujeres, especialmente a las que se dedican a empleos como el servicio doméstico, jornaleras, cuidadoras y limpiadoras.
Este problema ha sido denunciado por la Iglesia por un Trabajo Decente, una organización que lucha por la igualdad laboral y que ha alertado sobre la situación de explotación y precariedad que sufren muchas mujeres en España debido a la economía sumergida. Esta situación de desigualdad laboral se hace aún más evidente en fechas como el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fecha en la que se reivindican los derechos de las mujeres y se lucha por su igualdad.
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