El gobierno de Managua, liderado por Daniel Ortega, ha anunciado su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Ginebra, en respuesta a un informe que cuestiona su actuación.
Esta decisión, anunciada recientemente, sigue a la salida de Nicaragua de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en febrero. Ambos movimientos son vistos como una represión continua de las voces disidentes en el país. La creciente tensión entre Nicaragua y los organismos internacionales de derechos humanos y desarrollo sostenible ha generado preocupación a nivel mundial.
El gobierno de Managua ha anunciado su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Ginebra. Esta decisión se produce tras la publicación de un informe que cuestiona la actuación del gobierno de Daniel Ortega.
En el mes de febrero, Nicaragua también había anunciado su salida de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Este hecho se suma a una serie de acciones que apuntan a la continua represión de las voces disidentes en el país latinoamericano.
Estos acontecimientos reflejan la creciente tensión entre Nicaragua y los organismos internacionales que velan por el respeto de los derechos humanos y el desarrollo sostenible. La retirada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un hecho que ha generado preocupación a nivel internacional, dada la importancia de este organismo en la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo.
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