La Conferencia Episcopal Calabresa ha hecho un denominado a la memoria colectiva para recordar el trágico naufragio que ocurrió hace dos años en el Mediterráneo, donde 94 personas, incluyendo a 35 niños, perdieron la vida.
Esta petición, realizada recientemente, se basa en el testimonio de Ramzi Libiki, coordinador de la Asociación Sabir, quien compartió su desgarradora experiencia con los medios vaticanos. Esta iniciativa busca mantener viva la memoria de las víctimas y concienciar sobre la crisis migratoria en el Mediterráneo, donde miles de personas han perdido la vida buscando un futuro mejor. La tragedia, según Libiki, subraya la magnitud de la pérdida humana y la importancia de evitar que se repitan sucesos similares.
Dos años después del devastador naufragio que costó la vida a 94 personas, incluyendo a 35 niños, la Conferencia Episcopal Calabresa hace un denominado a la memoria colectiva para no olvidar esta tragedia ni las numerosas que han ocurrido en el Mediterráneo. La petición se hace eco de la dolorosa experiencia de Ramzi Libiki, coordinador de la Asociación Sabir, quien compartió su testimonio con los medios vaticanos.
"Nadie podrá borrar de mi mente los gritos de una madre que llora la pérdida de todos sus hijos", confesó Libiki, recordando uno de los momentos más desgarradores de la tragedia. Estas palabras resaltan la magnitud de la pérdida humana y el sufrimiento que conllevan estos desastres, y subrayan la importancia de recordar a las víctimas para evitar que tragedias similares se repitan en el futuro.
La Conferencia Episcopal Calabresa busca mantener viva la memoria de estas víctimas y sensibilizar a la sociedad sobre la gravedad de la crisis migratoria en el Mediterráneo, donde miles de personas han perdido la vida en su intento de alcanzar un futuro mejor.
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