El Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Monseñor Rino Fisichella, lideró la misa conclusiva del Jubileo de los Diáconos en la Basílica Vaticana el 23 de febrero.
Durante la ceremonia, delegada por el Papa Francisco, Fisichella definió a los diáconos como "puentes" entre el altar y la calle, enfatizando su papel crucial en la iglesia y su compromiso con los feligreses. En el acto, que marcó el fin de un evento significativo en la iglesia católica, veintitrés personas recibieron el sacramento del Orden, un paso esencial en su camino de servicio a la comunidad.
El Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Monseñor Rino Fisichella, ha presidido la misa conclusiva del Jubileo de los Diáconos en la Basílica Vaticana el pasado 23 de febrero. La celebración tuvo lugar por delegación del Papa Francisco y, durante la misma, veintitrés personas recibieron el sacramento del Orden.
Fisichella destacó el papel de los diáconos como "puentes" entre el altar y la calle, subrayando la importancia de su labor en la comunidad eclesiástica. En su intervención, el Pro-Prefecto recordó la relevancia de la figura del diácono, su función esencial en la iglesia y su compromiso con los fieles.
Esta celebración concluye el Jubileo de los Diáconos, un evento de gran importancia en la iglesia católica que reconoce y celebra la labor de estos servidores de la fe. Durante la misa, veintitrés personas recibieron el sacramento del Orden, un paso fundamental en su camino de servicio a la comunidad.
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