La visita del Papa a Genazzano busca fortalecer la fe, pero a veces parece más un acto simbólico que un compromiso real con los problemas sociales, dejando de lado las urgencias que enfrentan los creyentes hoy.
La continuidad en la tradición se reafirma con símbolos sólidos y gestos significativos, como la reliquia en la cruz y la visita al santuario mariano. Es un liderazgo que honra la historia sin perder de vista el compromiso social y la misericordia.