Obispo de Madrid lidera Misa de Campaña Contra el Hambre de Manos Unidas El obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez, dirigió la Misa de lanzamiento de la Campaña Contra el Hambre de Manos Unidas en la parroquia San Bruno el pasado domingo 9 de febrero. Durante la homilía, Álvarez enfatizó la importancia de la solidaridad y el compromiso cristiano con los necesitados, bajo el lema de este año: "Compartir es nuestra mayor riqueza". El obispo instó a los fieles a seguir el llamado de Jesús y a implicarse activamente en la causa de Manos Unidas, dirigir su mirada hacia aquellos que bus. El obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez, ha liderado la Misa de lanzamiento de la Campaña Contra el Hambre de Manos Unidas, celebrada el pasado domingo 9 de febrero en la parroquia San Bruno. Durante su homilía, el obispo Álvarez ha destacado la importancia de la solidaridad y el compromiso cristiano con los más necesitados, haciendo hincapié en el lema de este año: «Compartir es nuestra mayor riqueza». Monseñor Álvarez, durante su discurso, ha recordado la figura del apóstol Pedro, quien tras una noche de pesca infructuosa, recibió el llamado de Jesús a confiar y remar mar adentro. En este sentido, el obispo ha resaltado la necesidad de mantener en el corazón a quienes, aunque lejanos geográficamente, forman parte de la gran familia humana. Ha enfatizado que, en este momento, nuestros ojos deben dirigirse a aquellos que claman por una vida más digna y por una prosperidad que solos no pueden alcanzar. En su mensaje, el obispo auxiliar ha instado a llevar palabras de aliento y esperanza al mundo, especialmente a quienes sufren y a aquellos a quienes no se reconoce su dignidad. Ha citado a San Ireneo para invitar a todos los fieles a seguir el llamado de Jesús: «rema mar adentro». El desafío que lanza el Evangelio, según el obispo, nos invita a salir de nuestras seguridades y poner nuestra mirada en el horizonte de un mar inmenso. Ha denunciado las tentaciones que frenan el compromiso cristiano y ha exhortado a los fieles a implicarse activamente en la causa de Manos Unidas, a remar mar adentro donde nos esperan los hambrientos de pan y sentido, los niños y jóvenes que nunca han ido a la escuela, los trabajadores incansables y los migrantes que buscan una vida mejor. Monseñor Álvarez ha concluido su homilía con un mensaje de esperanza, destacando el testimonio de los misioneros y voluntarios que trabajan sin descanso por los más desfavorecidos. Ha citado al papa Francisco para advertir que mientras nuestro sistema económico y social produzca una sola víctima, no habrá una verdadera fraternidad universal. Finalmente, ha animado a los presentes a emprender este camino con confianza y alegría.

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