Conferencia sobre el Santo Sudario de Oviedo en la Real Colegiata de San Isidro La Congregación de San Isidro de Madrid ha programado una conferencia sobre el Santo Sudario de Oviedo, a celebrarse el próximo jueves 6 de febrero en el salón de actos de la Real Colegiata de San Isidro. El físico César Barta, miembro de la Sociedad de Científicos Católicos, será el encargado de impartir la charla. El Santo Sudario, conocido por ser el primer paño que cubrió la cabeza de Jesús tras su muerte, fue llevado a Oviedo en el año 614, huyendo de la invasión árabe, por orden del rey. La Congregación de San Isidro de Madrid ha organizado para el próximo jueves 6 de febrero una conferencia sobre el Santo Sudario de Oviedo. La charla, que tendrá lugar a las 18:00 horas en el salón de actos de la Real Colegiata de San Isidro (Toledo, 37), estará a cargo de César Barta, físico y miembro de la Sociedad de Científicos Católicos. El Santo Sudario de Oviedo es conocido por ser el primer paño con el que se cubrió la cabeza de Jesús tras su muerte, siguiendo la costumbre judía de ocultar el rostro desfigurado de los fallecidos. Este paño fue posteriormente retirado para cubrir el cuerpo entero de Jesús con la Sábana Santa. Al haber estado ambos lienzos sobre el mismo rostro, hay detalles que coinciden en ambos. Según los documentos históricos, el Santo Sudario salió de Jerusalén en el año 614 y llegó a Oviedo, procedente del norte de África, por orden del rey Alfonso II, huyendo de la invasión árabe. En la actualidad, se conserva en la Cámara Santa de la catedral de San Salvador y es considerada la reliquia más importante de todas las que hay en ella. El original se expone tres semanas al año: Semana Santa, la Semana de Pascua y durante el Jubileo de la Santa Cruz, del 14 al 21 de septiembre. Además, tres días al año, desde el altar mayor, se imparte con él la bendición: Viernes Santo, y 14 y 21 de septiembre. El Santo Sudario es un lienzo rectangular, de lino, que mide 85,5 x 52,6 cm. En él se hallaron tres tipos de pólenes propios de Palestina, así como arrugas que han servido para determinar la forma en que estuvo colocado en la cabeza de Jesucristo. El lienzo también presenta varias perforaciones originarias, producto de los objetos punzantes con los que se sujetó el sudario a la cabeza, y manchas de sangre del tipo AB, en algunos casos diluida a consecuencia de un edema pulmonar hemorrágico. Fue en 1969 cuando el sacerdote italiano monseñor Ricci, que estudió la Sábana Santa de Turín, puso por primera vez en relación ésta con el Sudario de Oviedo, en unos trabajos que publicó en su libro "L’Uomo della Sindone è Gesù" ("El hombre de la Síndone es Jesús").

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