Vía Crucis en Madrid: Jóvenes y Cardenal Cobo recorren las calles hasta la Almudena El pasado viernes, las calles de Madrid fueron el escenario de un Vía Crucis organizado por la Delegación de Juventud, que reunió a jóvenes, cofradías, hermandades y seminaristas del Seminario Conciliar de Madrid. El evento, que comenzó a las 20:30 horas, fue encabezado por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, quien acompañó a los participantes a lo largo de las 14 estaciones del recorrido.

A pesar de las previsiones de lluvia, el Vía Crucis se desarrolló sin problemas climáticos y culminó en la catedral de la Almudena poco antes de las 22 horas. La Agrupación Musical Pasión y Muerte de Aljalvir aportó solemnidad al evento, mientras el cardenal Cobo dirigió un mensaje a los jóvenes, enfatizando la importancia de la unidad bajo la cruz como símbolo de paz y esperanza en un mundo dividido.

El pasado viernes, las calles de Madrid fueron escenario de un Vía Crucis organizado por la Delegación de Juventud, que contó con la participación de jóvenes, cofradías, hermandades y seminaristas del Seminario Conciliar de Madrid. A pesar de las previsiones de lluvia, el evento se desarrolló sin contratiempos climáticos, comenzando a las 20:30 horas desde el Seminario Conciliar, encabezado por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, quien acompañó a los participantes en cada una de las 14 estaciones del recorrido.

Durante el trayecto, numerosos madrileños observaron desde sus balcones el fervor con el que los jóvenes avanzaban por el centro de la ciudad. El Vía Crucis concluyó en la catedral de la Almudena poco antes de las 22 horas, donde se rezaron las últimas estaciones en un ambiente de recogimiento. La Agrupación Musical Pasión y Muerte de Aljalvir acompañó el evento, añadiendo solemnidad a la emotiva entrada a la catedral.

En la catedral, el cardenal Cobo dirigió un mensaje a los jóvenes, destacando la importancia de la unidad bajo una sola cruz, símbolo de sufrimiento y resurrección. Subrayó la oportunidad única de acompañar a Jesús y llamó a los jóvenes a ser auténticos discípulos de Cristo, dispuestos a enfrentar los desafíos que ello conlleva. En un mundo dividido, el cardenal instó a mirar la cruz como fuente de paz y unidad, y a trabajar juntos como comunidad más allá de diferencias grupales.

El cardenal enfatizó la necesidad de una Iglesia unida y coordinada, y animó a los presentes a escuchar el mensaje de Jesús en silencio antes de concluir el evento. El Vía Crucis del primer viernes de mes evidenció una Iglesia joven y viva, que busca caminar unida por las calles de Madrid, transmitiendo un mensaje de esperanza y paz en tiempos de incertidumbre.

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