Los obispos de la región Toscana en Italia, liderados por el Cardenal Augusto Paolo Lojudice, han criticado la reciente aprobación de la ley que permite el suicidio médicamente asistido, calificándola de "deriva peligrosa".
Esta crítica se produce tras la aprobación de la ley, reafirmando la postura de la Iglesia de la inviolabilidad de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. La oposición de los obispos se basa en la creencia de que la nueva legislación va en contra de los principios fundamentales de la vida y la dignidad humana. La Ig.
Los obispos de la región Toscana, en Italia, han expresado su oposición a la reciente aprobación de la ley que regula el suicidio médicamente asistido, reafirmando la postura de la Iglesia en defensa del principio de la inviolabilidad de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. El cardenal Augusto Paolo Lojudice, presidente de la Conferencia Episcopal Toscana, calificó la aprobación de esta ley como "una gran derrota para todos".
Lojudice ha enfatizado que esta nueva legislación representa una deriva peligrosa, ya que va en contra de los principios fundamentales de la vida y la dignidad humana que la Iglesia siempre ha defendido. Los obispos toscanos se unen así a otras voces que han criticado la legalización del suicidio asistido en la región, alegando que esta medida no respeta la sacralidad de la vida desde su inicio hasta su fin natural.
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