El pasado 1 de febrero, el representante papal, monseñor Sommertag, hizo historia al ser el primer nuncio invitado a la 33ª Ziarra de Bambilor, un importante evento de la comunidad musulmana en Senegal, cerca de la capital, Dakar.
Durante el encuentro, Sommertag reiteró el llamado del Papa Francisco a promover la unidad y evitar la división en nombre de Dios, reflejando el compromiso de la Iglesia Católica con el diálogo interreligioso. Este hecho histórico, en un país de mayoría musulmana, evidencia un paso más hacia la convivencia pac.
El representante papal, monseñor Sommertag, ha marcado un hito al ser el primer nuncio invitado a la 33ª Ziarra de Bambilor, un importante evento de la comunidad musulmana en Senegal. La invitación, que tuvo lugar el pasado 1 de febrero, se desarrolló en un clima de respeto mutuo en las cercanías de la capital, Dakar.
Durante el encuentro, el arzobispo Sommertag dirigió un mensaje a la población musulmana, en el que reiteró la exhortación del Papa Francisco a promover la unidad y evitar ser, en nombre de Dios, un instrumento de división. Este llamamiento a la construcción de puentes entre las diferentes creencias religiosas y a la promoción de la paz y el entendimiento mutuo, refleja el compromiso de la Iglesia Católica con el diálogo interreligioso.
La presencia del nuncio en este evento evidencia un paso más en el camino hacia la convivencia pacífica y el respeto entre las diferentes confesiones religiosas. Este hecho histórico, que se produce en un país de mayoría musulmana como Senegal, es un claro indicio de la apertura y el respeto que caracterizan a la sociedad senegalesa.
La invitación a monseñor Sommertag a la 33ª Ziarra de Bambilor no solo representa un gesto de acogida y respeto hacia la Iglesia Católica, sino que también es un claro ejemplo de la voluntad de promover la comprensión y la unidad entre las diferentes comunidades religiosas. Este gesto, sin precedentes, pone de manifiesto la importancia de la tolerancia y el respeto mutuo en la construcción de una sociedad pacífica y cohesionada. Monseñor Sommertag, primer nuncio en evento musulmán de Senegal: Paso histórico hacia la convivencia pacífica
El pasado 1 de febrero, el representante papal, monseñor Sommertag, hizo historia al ser el primer nuncio invitado a la 33ª Ziarra de Bambilor, un importante evento de la comunidad musulmana en Senegal, cerca de la capital, Dakar.
Durante el encuentro, Sommertag reiteró el llamado del Papa Francisco a promover la unidad y evitar la división en nombre de Dios, reflejando el compromiso de la Iglesia Católica con el diálogo interreligioso. Este hecho histórico, en un país de mayoría musulmana, evidencia un paso más hacia la convivencia pac.
El representante papal, monseñor Sommertag, ha marcado un hito al ser el primer nuncio invitado a la 33ª Ziarra de Bambilor, un importante evento de la comunidad musulmana en Senegal. La invitación, que tuvo lugar el pasado 1 de febrero, se desarrolló en un clima de respeto mutuo en las cercanías de la capital, Dakar.
Durante el encuentro, el arzobispo Sommertag dirigió un mensaje a la población musulmana, en el que reiteró la exhortación del Papa Francisco a promover la unidad y evitar ser, en nombre de Dios, un instrumento de división. Este llamamiento a la construcción de puentes entre las diferentes creencias religiosas y a la promoción de la paz y el entendimiento mutuo, refleja el compromiso de la Iglesia Católica con el diálogo interreligioso.
La presencia del nuncio en este evento evidencia un paso más en el camino hacia la convivencia pacífica y el respeto entre las diferentes confesiones religiosas. Este hecho histórico, que se produce en un país de mayoría musulmana como Senegal, es un claro indicio de la apertura y el respeto que caracterizan a la sociedad senegalesa.
La invitación a monseñor Sommertag a la 33ª Ziarra de Bambilor no solo representa un gesto de acogida y respeto hacia la Iglesia Católica, sino que también es un claro ejemplo de la voluntad de promover la comprensión y la unidad entre las diferentes comunidades religiosas. Este gesto, sin precedentes, pone de manifiesto la importancia de la tolerancia y el respeto mutuo en la construcción de una sociedad pacífica y cohesionada.
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