La subdirectora general del Gabinete Técnico de la Dirección General de la Policía, Eulalia González Peña, encabezó una expedición del Cuerpo Nacional de Policía que asistió al jubileo de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de la Seguridad en Roma el pasado fin de semana.
Este evento, que es el segundo gran encuentro jubilar tras el que inauguró el Año Santo en enero, se preparó durante un año bajo la supervisión del Arzobispado Castrense. La delegación de 230 personas incluyó miembros de la Armada, los ejércitos de Tierra y Aire,.
La subdirectora general del Gabinete Técnico de la Dirección General de la Policía, comisaria principal Eulalia González Peña, lideró la expedición del Cuerpo Nacional de Policía que acudió a Roma el pasado fin de semana para el jubileo de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de la Seguridad. Este evento representa el segundo gran encuentro jubilar tras el que inauguró el Año Santo, el de los comunicadores, a finales de enero.
González Peña recordó con emoción el instante en el que cruzó la puerta santa, una experiencia que calificó como "muy profunda". Según la comisaria, estar allí, para una persona religiosa, es algo que llena el corazón y la vida. Además, afirmó con orgullo que la presencia de la Policía Nacional en un acto de esta envergadura es un honor a nivel institucional.
La expedición, que se preparó durante un año, se realizó bajo la tutela del Arzobispado Castrense, que envió a Roma una delegación de 230 personas compuesta por miembros de la Armada, los ejércitos de Tierra y Aire, la Guardia Civil y la Policía Nacional. De estos últimos, un grupo de 40 entre uniformados y familiares.
González Peña también destacó la gratificante experiencia de contacto con otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de diferentes países. Agradeció al Papa por tener en cuenta a las fuerzas de seguridad en el jubileo, un acto que les hace ver que son importantes para la ciudadanía.
La comisaria puso de relieve la buena sintonía entre los agentes de los diferentes cuerpos, no solo en la Misa del domingo en la Plaza de San Pedro, sino también en las calles de Roma. Allí, los agentes intercambiaban parches de sus unidades en un gesto auténtico de camaradería militar y policial.
De la Subdirección General del Gabinete Técnico depende el Servicio Religioso de Asistencia Católica de la Policía. González Peña reconoció la importancia del apoyo espiritual, especialmente en momentos difíciles, como la muerte de un compañero en acto de servicio.
El vicario episcopal y capellán mayor Jesús Ángel Aguilera, al frente del Servicio Religioso, resaltó la importancia de hacer presente a Jesucristo en medio de la Policía. Aguilera regresó de Roma con un profundo sentido de Iglesia y emocionado por haber coincidido con capellanes castrenses de todos los países.
La Misa en San Pedro, que congregó a 30.000 personas, fue el culmen de una peregrinación que comenzó el sábado con una Eucaristía para la delegación española en la parroquia de San Gregorio, presidida por el arzobispo castrense, Juan Antonio Aznárez.
Aguilera resumió la experiencia como "gracia tras gracia", destacando los "milagros espirituales" que dan grandeza y dignidad a la persona.
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