La Iglesia de Madrid lanzará su Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores y su plan pastoral el jueves 13 de febrero en la parroquia Buen Suceso.
Este proyecto, liderado por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, tiene como objetivo principal apoyar a las personas mayores en su vida de fe y reafirmar su papel en las comunidades cristianas y la sociedad. La iniciativa es promovida por varias organizaciones, incluyendo la Pastoral de la Salud y del Mayor, la Delegación de Familia y Vida, Vida Ascendente, Cáritas Dioces.
La Iglesia de Madrid presentará este jueves 13 de febrero su Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores y su plan pastoral. El acto, que se llevará a cabo en el salón de actos de la parroquia Buen Suceso, contará con la presencia del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. El objetivo principal de esta iniciativa es acompañar a las personas mayores en su vida de fe, otorgándoles el protagonismo que les corresponde tanto en las comunidades cristianas como en la sociedad.
La Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores, que ha promovido esta iniciativa, cuenta con la participación de la Pastoral de la Salud y del Mayor, la Delegación de Familia y Vida, Vida Ascendente, Cáritas Diocesana de Madrid y CONFER Madrid. La comisión recuerda que "los mayores son la memoria viva de nuestra fe y nuestra historia".
Durante el encuentro, el consiliario nacional de Vida Ascendente, José Ignacio Figueroa, abordará el papel central de la parroquia en la Pastoral de las Personas Mayores. Según Figueroa, "cuando hablamos de personas mayores, solemos pensar en los demás". Sin embargo, añade que "un aspecto clave de la Pastoral de las Personas Mayores en nuestras parroquias es que muchos de ellos no se identifican como tales".
Figueroa destaca que "no es lo mismo tener 70 años que 90, porque las necesidades y los retos son distintos". Por ello, la pastoral con las personas mayores debe adaptarse a las diversas realidades de quienes la integran, ofreciendo respuestas adecuadas a cada etapa de la vida. Además, subraya que "estamos en tiempos de conversión pastoral", lo que implica "replantear nuestras comunidades parroquiales para trabajar con los mayores".
El consiliario nacional de Vida Ascendente también enfatiza la importancia de la parroquia como lugar de encuentro. Figueroa destaca una imagen que le resulta especialmente significativa: "Me gusta la imagen de la parroquia como la fuente del pueblo", porque "la parroquia es un lugar de encuentro, donde bebemos, compartimos la vida y nos enteramos de lo que sucede en nuestra comunidad".
Figueroa compara la parroquia con la posada del Buen Samaritano. "Es Cristo quien trae a la parroquia a las personas mayores con sus heridas, sus retos y sus esperanzas", explica. Y en ese lugar, sabiendo que el Señor es buen pagador, "los mayores son acogidos, integrados y amados, compartiendo la vida con ellos hasta llegar a la meta hacia la que todos caminamos".
Por último, Figueroa resalta que "necesitamos comunidades orantes y contemplativas, donde los mayores, junto con los jóvenes, las familias y los matrimonios, encuentren espacios de encuentro con el Señor". Asimismo, es esencial "dar razón de nuestra esperanza", lo que implica formar a los mayores para que, a su vez, formen a otros. "Ellos son los principales transmisores de la fe en la familia", concluye.
La Iglesia de Madrid lanzará su Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores y su plan pastoral el jueves 13 de febrero en la parroquia Buen Suceso.
Este proyecto, liderado por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, tiene como objetivo principal apoyar a las personas mayores en su vida de fe y reafirmar su papel en las comunidades cristianas y la sociedad. La iniciativa es promovida por varias organizaciones, incluyendo la Pastoral de la Salud y del Mayor, la Delegación de Familia y Vida, Vida Ascendente, Cáritas Dioces.
La Iglesia de Madrid presentará este jueves 13 de febrero su Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores y su plan pastoral. El acto, que se llevará a cabo en el salón de actos de la parroquia Buen Suceso, contará con la presencia del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. El objetivo principal de esta iniciativa es acompañar a las personas mayores en su vida de fe, otorgándoles el protagonismo que les corresponde tanto en las comunidades cristianas como en la sociedad.
La Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores, que ha promovido esta iniciativa, cuenta con la participación de la Pastoral de la Salud y del Mayor, la Delegación de Familia y Vida, Vida Ascendente, Cáritas Diocesana de Madrid y CONFER Madrid. La comisión recuerda que "los mayores son la memoria viva de nuestra fe y nuestra historia".
Durante el encuentro, el consiliario nacional de Vida Ascendente, José Ignacio Figueroa, abordará el papel central de la parroquia en la Pastoral de las Personas Mayores. Según Figueroa, "cuando hablamos de personas mayores, solemos pensar en los demás". Sin embargo, añade que "un aspecto clave de la Pastoral de las Personas Mayores en nuestras parroquias es que muchos de ellos no se identifican como tales".
Figueroa destaca que "no es lo mismo tener 70 años que 90, porque las necesidades y los retos son distintos". Por ello, la pastoral con las personas mayores debe adaptarse a las diversas realidades de quienes la integran, ofreciendo respuestas adecuadas a cada etapa de la vida. Además, subraya que "estamos en tiempos de conversión pastoral", lo que implica "replantear nuestras comunidades parroquiales para trabajar con los mayores".
El consiliario nacional de Vida Ascendente también enfatiza la importancia de la parroquia como lugar de encuentro. Figueroa destaca una imagen que le resulta especialmente significativa: "Me gusta la imagen de la parroquia como la fuente del pueblo", porque "la parroquia es un lugar de encuentro, donde bebemos, compartimos la vida y nos enteramos de lo que sucede en nuestra comunidad".
Figueroa compara la parroquia con la posada del Buen Samaritano. "Es Cristo quien trae a la parroquia a las personas mayores con sus heridas, sus retos y sus esperanzas", explica. Y en ese lugar, sabiendo que el Señor es buen pagador, "los mayores son acogidos, integrados y amados, compartiendo la vida con ellos hasta llegar a la meta hacia la que todos caminamos".
Por último, Figueroa resalta que "necesitamos comunidades orantes y contemplativas, donde los mayores, junto con los jóvenes, las familias y los matrimonios, encuentren espacios de encuentro con el Señor". Asimismo, es esencial "dar razón de nuestra esperanza", lo que implica formar a los mayores para que, a su vez, formen a otros. "Ellos son los principales transmisores de la fe en la familia", concluye.
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