El próximo domingo 9 de febrero, la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas en Madrid acogerá una misa en memoria de las personas sin hogar que han perdido la vida en la calle.
El acto será presidido por José Luis Segovia, vicario episcopal de Pastoral de la archidiócesis de Madrid, y la Comunidad de San Egidio. La ceremonia se realiza en el 42º aniversario del fallecimiento de Modesta Valenti, una mujer sin hogar que murió en Roma tras ser rechazada por una ambulancia debido a su falta de higiene. La Comunidad de San Egid.
El próximo domingo, 9 de febrero, a las 12h, se realizará una misa en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas en memoria de todas las personas que han perdido la vida debido a las duras condiciones de la vida en la calle. La ceremonia será presidida por José Luis Segovia, el vicario episcopal de Pastoral de la archidiócesis de Madrid, junto con la Comunidad de San Egidio y sus "amigos de la calle". Este acto religioso se realiza al cumplirse 42 años del fallecimiento de Modesta Valenti en Roma, una mujer sin hogar que murió tras ser rechazada por una ambulancia por su falta de higiene.
Modesta Valenti es una figura emblemática para la Comunidad de San Egidio. En el invierno de 1983, Valenti murió en la calle, después de que una ambulancia se negase a llevarla al hospital debido a su falta de higiene. Pasó horas agonizando en las inmediaciones de la Estación de Termini en Roma, sin recibir ayuda. La Comunidad de San Egidio en Madrid ha subrayado que todos podemos ayudar a que ninguna persona tenga que morir en abandono y soledad.
La trágica muerte de Valenti marcó profundamente a la Comunidad de Sant'Egidio, afirmando que su muerte fue causada por la indiferencia, un mal que aún hoy sigue cobrando la vida de miles de personas. Este suceso impulsó a la Comunidad a comprometerse aún más con las personas sin hogar, convirtiendo esta trágica experiencia en un trabajo diario de ayuda, compañía, alimentación y amistad para aquellos que malviven en las calles de nuestras ciudades.
La historia de Modesta es un recordatorio de la soledad, el abandono y la violencia que muchas personas sin hogar sufren a diario. Muchas de estas personas mueren en el anonimato y la soledad. Por ello, desde hace más de cuatro décadas, el memorial por la muerte de Modesta y la de tantos otros "amigos de la calle" nos recuerda que la indiferencia también mata.
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