El pasado sábado, el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, se reunió con el equipo diocesano de las Fraternidades del Hermano Rafael en Cartagena.
El pasado sábado, el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, se reunió con el equipo diocesano de las Fraternidades del Hermano Rafael en Cartagena.
Durante este encuentro, los líderes de las fraternidades, bajo la supervisión de su asesor, el sacerdote Antonio Ballester, presentaron el Estatuto Regla que han desarrollado con la esperanza de que sea aprobado por el obispo. Las Fraternidades del Hermano Rafael, fundadas hace 14 años, son grupos parroquiales de oración contemplativa que siguen la espiritualidad de San Rafael Arnáiz, un monje cisterciense-trapense. Actualmente, las fraternidades están situadas en cuatro parroquias de la Diócesis de Cartagena.
El pasado sábado, el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, mantuvo un encuentro con el equipo diocesano de las Fraternidades del Hermano Rafael. Durante la reunión, y bajo la supervisión de su asesor, el sacerdote Antonio Ballester, los líderes de las fraternidades presentaron el Estatuto Regla que han desarrollado y que esperan sea aprobado por el pastor diocesano.
Las Fraternidades del Hermano Rafael son grupos parroquiales de oración contemplativa que se rigen por la espiritualidad de san Rafael Arnáiz, un monje cisterciense-trapense nacido en Burgos en 1911. A pesar de su temprano fallecimiento a los 27 años, dejó un valioso legado espiritual plasmado en sus escritos.
Estos grupos de oración contemplativa se fundaron hace 14 años en la Diócesis de Cartagena. Actualmente, están conformados por cuatro fraternidades situadas en las parroquias de San Pedro de Alcantarilla, Nuestra Señora del Rosario de Santomera, Nuestra Señora de las Lágrimas de Cabezo de Torres y San Francisco Javier-San Antón de Murcia.
Las Fraternidades del Hermano Rafael tienen como objetivos principales el crecimiento en la vida espiritual, la iniciación y profundización en la oración contemplativa, la educación en el silencio y en el recogimiento de corazón, la oración con el canto gregoriano, la adoración al Santísimo Sacramento, la formación espiritual, la oración con la Palabra de Dios a través de la Lectio Divina, el conocimiento y profundización en los escritos y en la espiritualidad del Hermano Rafael, la oración de la Liturgia de las Horas, y ser contemplativos en medio del mundo.
Fuente: diocesisdecartagena.org
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