El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, se reunió con los sacerdotes del Ordinariato Católico Oriental, por primera vez desde su nombramiento como ordinario de dicha entidad el 1 de marzo de 2024.
El encuentro tuvo lugar en la Casa Madre de las religiosas misioneras franciscanas, e incluyó sacerdotes grecocatólicos rumanos, ucranianos y siromalabares. La reunión se realizó con el propósito de agradecer a los sacerdotes por su labor y discutir los desafíos que enfrentan. Durante el.
El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, se reunió por primera vez con los sacerdotes pertenecientes al Ordinariato Católico Oriental, una entidad creada para dar visibilidad a los fieles de otros ritos católicos afincados en España. Durante el encuentro, el cardenal Cobo, quien fue nombrado ordinario del Ordinariato el pasado 1 de marzo de 2024, agradeció a los sacerdotes su labor, destacando que son un referente para muchas comunidades en estos tiempos complicados.
En la reunión, que contó con la presencia de sacerdotes grecocatólicos rumanos, grecocatólicos ucranianos y siromalabares, el cardenal Cobo resaltó la importancia del ministerio sacerdotal, más allá de lo visible, y destacó la necesidad de acompañamiento ante los desvelos y preocupaciones de los sacerdotes. Muchos de los presentes en el encuentro, celebrado en la Casa Madre de las religiosas misioneras franciscanas, están casados, tal y como permiten las tradiciones de las que provienen.
El vicario general del Ordinariato Católico Oriental, Andrés Martínez Esteban, compartió con el cardenal Cobo la experiencia de estos sacerdotes que han venido a España en misión, dejando sus casas y diócesis para atender a los fieles de su denominación. Los sacerdotes agradecieron al vicario su desempeño, expresando su satisfacción con su labor y su deseo de que continúe con ella.
El cardenal Cobo abrió un turno de palabra para que los sacerdotes compartieran sus intuiciones y los retos que enfrentan. Uno de ellos pidió que se den más pasos para tener una mayor visibilidad y conocerse mejor entre ellos. El arzobispo de Madrid estuvo de acuerdo y sugirió la necesidad de diseñar pedagógicamente cómo explicar quiénes son a las diócesis.
Uno de los compromisos acordados durante la reunión fue la progresiva visibilización de esta realidad ante los fieles españoles y los obispos de las diferentes diócesis en las que sirven. Además, se destacó la necesidad de contar con más presbíteros de la diáspora ucraniana, debido al éxodo a España de muchos ucranianos tras la invasión de su país por parte de Rusia.
Un sacerdote rumano compartió su experiencia pastoral en Palma de Mallorca, donde lleva casi 20 años. A pesar de su esfuerzo, el número de fieles no aumentaba, por lo que preguntó al Señor qué debía hacer. La respuesta llegó a través del obispo de la diócesis, quien le pidió ser capellán en el hospital. Esta tarea le permitió también cuidar de las almas de rito latino, y, según él, "cuando estoy trabajando en el hospital y un enfermo me pide la comunión, a mí no me importa si es de Oriente u Occidente, es un alma".
Finalmente, el cardenal Cobo felicitó al sacerdote por su ejemplo y concluyó la reunión recordando que, independientemente de los continentes y los ritos, el Papa Francisco propone cambiar la forma por una actitud primeramente misionera.
El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, se reunió con los sacerdotes del Ordinariato Católico Oriental, por primera vez desde su nombramiento como ordinario de dicha entidad el 1 de marzo de 2024.
El encuentro tuvo lugar en la Casa Madre de las religiosas misioneras franciscanas, e incluyó sacerdotes grecocatólicos rumanos, ucranianos y siromalabares. La reunión se realizó con el propósito de agradecer a los sacerdotes por su labor y discutir los desafíos que enfrentan. Durante el.
El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, se reunió por primera vez con los sacerdotes pertenecientes al Ordinariato Católico Oriental, una entidad creada para dar visibilidad a los fieles de otros ritos católicos afincados en España. Durante el encuentro, el cardenal Cobo, quien fue nombrado ordinario del Ordinariato el pasado 1 de marzo de 2024, agradeció a los sacerdotes su labor, destacando que son un referente para muchas comunidades en estos tiempos complicados.
En la reunión, que contó con la presencia de sacerdotes grecocatólicos rumanos, grecocatólicos ucranianos y siromalabares, el cardenal Cobo resaltó la importancia del ministerio sacerdotal, más allá de lo visible, y destacó la necesidad de acompañamiento ante los desvelos y preocupaciones de los sacerdotes. Muchos de los presentes en el encuentro, celebrado en la Casa Madre de las religiosas misioneras franciscanas, están casados, tal y como permiten las tradiciones de las que provienen.
El vicario general del Ordinariato Católico Oriental, Andrés Martínez Esteban, compartió con el cardenal Cobo la experiencia de estos sacerdotes que han venido a España en misión, dejando sus casas y diócesis para atender a los fieles de su denominación. Los sacerdotes agradecieron al vicario su desempeño, expresando su satisfacción con su labor y su deseo de que continúe con ella.
El cardenal Cobo abrió un turno de palabra para que los sacerdotes compartieran sus intuiciones y los retos que enfrentan. Uno de ellos pidió que se den más pasos para tener una mayor visibilidad y conocerse mejor entre ellos. El arzobispo de Madrid estuvo de acuerdo y sugirió la necesidad de diseñar pedagógicamente cómo explicar quiénes son a las diócesis.
Uno de los compromisos acordados durante la reunión fue la progresiva visibilización de esta realidad ante los fieles españoles y los obispos de las diferentes diócesis en las que sirven. Además, se destacó la necesidad de contar con más presbíteros de la diáspora ucraniana, debido al éxodo a España de muchos ucranianos tras la invasión de su país por parte de Rusia.
Un sacerdote rumano compartió su experiencia pastoral en Palma de Mallorca, donde lleva casi 20 años. A pesar de su esfuerzo, el número de fieles no aumentaba, por lo que preguntó al Señor qué debía hacer. La respuesta llegó a través del obispo de la diócesis, quien le pidió ser capellán en el hospital. Esta tarea le permitió también cuidar de las almas de rito latino, y, según él, "cuando estoy trabajando en el hospital y un enfermo me pide la comunión, a mí no me importa si es de Oriente u Occidente, es un alma".
Finalmente, el cardenal Cobo felicitó al sacerdote por su ejemplo y concluyó la reunión recordando que, independientemente de los continentes y los ritos, el Papa Francisco propone cambiar la forma por una actitud primeramente misionera.
Escribir un comentario