El martes pasado, en conmemoración del vigésimo primer aniversario de los atentados del 11 de marzo en Madrid, conocidos como 11M, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, instó a las iglesias de la ciudad a tocar sus campanas desde las 9:00 hasta las 9:05 horas.
El denominado fue una iniciativa para recordar y orar por las 193 víctimas que perdieron la vida y las más de 1.800 que resultaron heridas en los devastadores atentados. Durante la misa funeral celebrada en la catedral de la Almudena, el cardenal Cobo enfatizó la importancia de recordar los hechos trágicos y aprender de ellos para evitar su repetición.
En conmemoración del aniversario de los devastadores atentados del 11M, se ha hecho un llamamiento oficial para que las campanas de las iglesias de Madrid suenen desde las 9:00 hasta las 9:05 horas este martes. El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, insta a las parroquias a unirse a esta iniciativa en recuerdo y oración por las víctimas y sus familias.
Este año se cumplen veintiún años desde el atentado en Madrid. "Hay fechas que quedan grabadas a fuego en el alma de un pueblo", recordó el arzobispo en la misa funeral celebrada en la catedral de la Almudena en memoria de las víctimas del 11-M el pasado 11 de marzo de 2024, cuando se conmemoraron los veinte años de los atentados en los que perdieron la vida 193 personas y más de 1.800 resultaron heridas.
El cardenal Cobo enfatizó la importancia de reunirse para recordar. "Hemos escuchado en el evangelio cómo Jesús invita a los discípulos a seguir haciendo memoria suya. Cada eucaristía que celebramos es memoria de su vida entregada. De su pasión. De su amor incondicional. Hacemos memoria de la vida de Jesús, también truncada a destiempo, trágica y cruelmente. Y en cada misa también hacemos memoria de nuestras vidas. Quisiera unir hoy ambos recuerdos. El recuerdo de nuestra historia dolorida, y el recuerdo de la vida entregada de Jesús. Hacer memoria es importante. Recordar es un deber. Es un valor. También una necesidad", dijo.
El arzobispo también insistió en que recordar es un deber que debemos a quienes ya no están y a nosotros mismos como sociedad. Debemos recordar a las víctimas que siguen vivas en nuestra memoria y pedir para ellas el abrazo de Dios. Pero recordar también es un valor para buscar la verdad y reaprender a vivir. La mirada al pasado no debe ser una mirada que se quede atrapada por la dureza inexorable de los hechos, ni una mirada interesada al servicio de la propia ideología. Si miramos al pasado, es para aprender de nuestros errores, para no volver a repetirlos. Y para poner en valor nuestros aciertos y logros, para cuidarlos como el bien delicado que son.
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