La Archidiócesis de Madrid celebró una nueva Eucaristía por la Paz el martes 4 de marzo a las 19:00 horas, en la parroquia Nuestra Señora de la Paz.
El evento, organizado por la Comisión Diocesana de Justicia y Paz, es la cuarta de las ocho Eucaristías programadas para el curso 2024-2025, y en esta ocasión, unió a la Vicaría IV y V. Según Ignacio María Fernández, consiliario de la Comisión, la Eucaristía busca purificar los corazones de los fieles y fortalecer su compromiso con la construcción de la paz. Esta iniciativa es una respuesta activa de la Iglesia ante la violencia y una expresión de su fe en el reino de Dios, de su paz y justicia.
La archidiócesis de Madrid se ha unido en una nueva Eucaristía por la Paz, organizada por la Comisión Diocesana de Justicia y Paz. Esta es la cuarta de las ocho Eucaristías programadas para el curso 2024-2025, con una en cada Vicaría territorial. En esta ocasión, se han unido la Vicaría IV y V, en la parroquia Nuestra Señora de la Paz, el martes 4 de marzo a las 19:00 horas.
Según Ignacio María Fernández, consiliario de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz de Madrid, la Eucaristía por la Paz es el reflejo de la fidelidad de la diócesis al compromiso adquirido de rezar por la paz. Además, es una vivencia profunda de que Cristo, príncipe de la paz, nos sigue recordando todos los días y nos sigue convocando al proyecto de construir su reino, que es un reino de justicia y de paz.
Esta Eucaristía tiene como objetivo que el Señor "purifique nuestros corazones" de todo lo que "nos aleja de ese proyecto". Al mismo tiempo, busca fortalecer el compromiso diario de construir la paz en cada una de nuestras acciones, en cada uno de nuestros ámbitos y en cada una de nuestras relaciones.
El consiliario diocesano también explicó que esta celebración "está abierta a toda la diócesis", ya que es la expresión de una Iglesia que no se queda de brazos cruzados ni ante la violencia ni ante los violentos. Es signo de confianza en Dios y compromiso creyente en favor del reino de Dios, de su paz y de su justicia, concluyó Ignacio María Fernández.
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